Por: Joel Isaac Román Negroni*
Profesional de apoyo autoevaluación

El Tecnológico de Antioquia (TdeA) es una Institución Universitaria que, desde su fundación en 1983, desarrolla su quehacer alineado con las funciones misionales (docencia, investigación, extensión y proyección social); elementos que se declaran en el Proyecto Educativo Institucional (PEI). Estos elementos se materializan en el Plan de Desarrollo Institucional (PDI), teniendo la calidad como eje de sus acciones. Así, la institución gesta proyectos, procesos, estrategias y actividades que dan cumplimiento a los estándares establecidos y por ello, a partir del año 2020, con el cambio de la normativa establecida por el Ministerio de Educación Nacional (MEN); la cual declaró que una institución universitaria debe “promover la alta calidad como atributo necesario de la educación superior” (CESU, 2020, p.6); se asume la medición del impacto en las acciones institucionales; entendiéndolo como la capacidad que tiene una institución para mostrar el compromiso con el entorno en que tienen lugar dichas acciones.


De este modo, el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) tiene como misión liderar el desarrollo y enriquecimiento conceptual del Sistema Nacional de Acreditación, “mediante la elaboración de documentos teóricos y de lineamientos, en estrecha colaboración con las comunidades académicas y científicas del país, con el aval del Consejo Nacional de Educación Superior (CESU), asimismo, garantizará a la sociedad que las instituciones que hacen parte del Sistema Nacional de Acreditación previsto en el artículo 53 de la ley 30 de 1992 cumplen los requisitos en alta calidad y que a su vez realizan sus propósitos y objetivos en coherencia con su naturaleza jurídica, identidad, misión y tipología” (CNA, 2023).


Por estas razones y atendiendo a la responsabilidad que tiene entonces el TdeA, la institución tomó la iniciativa de crear un Modelo de Medición y Gestión de Impacto: en el año 2022 se creó el Modelo y entre el 2023 y el 2024 se implementará el mismo. En este orden de ideas, el objetivo central del proyecto del modelo de medición y gestión de impactos del TdeA es evidenciar los cambios y las transformaciones intencionadas o no intencionadas, como producto de la gestión de los procesos que se realizan en la institución, en orden a la cadena de valor planteada.


Es importante anotar que es una práctica permanente del sistema de la gestión de impacto: producir transformaciones visibles en el entorno en que ejerce sus funciones misionales; desde su Vicerrectoría Académica y la Coordinación de Autoevaluación desarrollar y ejecutar el Modelo de medición y gestión de impactos y, de esta manera, además de respaldar la excelencia de sus procesos institucionales, necesaria en instituciones acreditadas en Alta Calidad, certificación que otorga el Consejo Nacional de Acreditación (CNA); abrir el espacio para que la institución pueda medir qué tanto de lo que se hace desde sus diferentes procesos y frentes institucionales, está acorde con los lineamientos estratégicos de su Plan de Desarrollo 2022-2026 “Ser, Hacer, Trascender” y de su Proyecto Educativo Institucional (PEI); en aras de su mejoramiento continuo y el de la educación superior en Colombia.


Puede decirse entonces que el Modelo de medición y gestión de impactos del TdeA, está acorde con la mirada holística de la Educación Superior, en el sentido de formar seres humanos responsables consigo mismos, el entorno y la comunidad; para abordar con criterios éticos su compromiso y quehacer en el sector productivo que los demande. A partir de este propósito, el modelo entra en diálogo con las diferentes gestiones institucionales, como soporte que da cuenta de las necesidades reales de las partes interesadas. Así, el impacto, que es su eje, puede entenderse como aquellos cambios significativos en los cuales las intervenciones planteadas, para el desarrollo de la gestión, cumplen los objetivos propuestos.


Estos objetivos que se construyeron con la participación y acuerdo de las diferentes instancias que conforman la institución, son denominados “Objetivos de impacto”; que surgen a su vez de la definición de cuatro perspectivas de trabajo, derivadas del BSC (Balance Score Card): Compromiso social, Comunidad institucional, Relacionamiento y Recursos físicos y financieros. Así, cada perspectiva cuenta con unos objetivos de impacto específicos y éstos, a su vez, con unos indicadores que dan cuenta de su alcance y logro. Las “matrices operativas”, una para cada perspectiva, con sus respectivos objetivos de impacto e indicadores, se constituyen en una herramienta esencial para el modelo; toda vez que permiten mostrar la gestión institucional y sus efectos en los lineamientos estratégicos del TdeA. Así, las “matrices operativas” son fundamentales, pues radican su importancia en cuanto que son la materialización de los indicadores definidos e incorporan: objetivo de impacto, direccionalidad, definición de la línea base, entre otras.


Es necesario decir que el modelo, inscrito en uno de los lineamientos estratégicos del Plan de Desarrollo Institucional (“Sistema académico de calidad con pertinencia”), sigue una metodología para lograr su propósito en el marco de la institución; acorde con las prácticas más reconocidas en el ámbito administrativo y social; sustentándose así en la llamada “Teoría del cambio”; la cual, a su vez, se asienta en una “Cadena de valor”, con cinco elementos enlazados, cuyo engranaje efectivo se orienta a que el TdeA se destaque por la calidad de los servicios que brinda a la comunidad: Insumos, Actividades, Productos, Resultados e Impacto.


Con este soporte esencial, el modelo se acoge a la metodología internacional EVPA (European Venture Philantropy Association), reconocida por contribuir a la medición de los objetivos de impacto social. Esta metodología está conformada por cinco etapas o pasos claramente definidos, en los que el modelo viene avanzando: Establecimiento de objetivos, Definición y Análisis de Involucrados (Stakeholders), Medición de resultados, Valoración del impacto y Seguimiento y presentación de resultados.


En el momento actual, el modelo se encuentra en la etapa de Medición de resultados; resaltando que su implementación hasta el momento y la futura ha sido y será posible con el concurso decidido de las diferentes instancias y personas de la institución; teniendo claridad en que el modelo no cumple una función punitiva ni señaladora de su quehacer; siendo éste una aproximación a la realidad institucional; como lo es todo proceso o modelo que tenga la intención de medición. El modelo debe comprenderse como un proceso estructurado y previamente teorizado que, llevado a la práctica, busca definir, medir y mejorar; porque lo que no se define no se puede medir; lo que no se mide, no se puede mejorar; y lo que no se mejora, se degrada siempre.


El proyecto de modelo de medición y gestión de impacto continúa en el curso de su desarrollo de acuerdo con un cronograma propuesto, en la interacción permanente con los responsables de los indicadores, en el análisis de la gobernanza de la información, en la medición de los resultados, verificación y valoración de impactos; implementación del modelo de evaluación de impacto institucional y de programas académicos.


Finalmente, el proyecto continúa en el curso de su desarrollo de acuerdo con un cronograma propuesto: objetivos de impactos, análisis de stakeholders y, actualmente, se halla en la medición de resultados, la cual tiene su lugar en la interacción permanente con los responsables de los indicadores; análisis en la gobernanza de la información. De este modo, el Modelo de Medición y Gestión de Impacto continuará en la “Ruta de implementación” la cual se comprende como el modelamiento de datos, cuya ruta es fuentes ETL y DWH, desarrollo tecnológico, reportes analítica correlaciones, con la finalidad de erigir una práctica constante y permanente en cuanto el tema engranado al sistema de la gestión de impactos.

 

* Bachelor´s of Arts and Humanities, concentration in Philosophy of Pontifical Catholic University of Puerto Rico y Becado por Banco Santander y Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago. Maestría en Filosofía Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín. Candidato a doctor en filosofía Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín. Becado en investigación doctoral en Estudios Literarios y Clásicos por la Universidad de los Andes, Bogotá.