Con temas que invitan a la reflexión sobre los retos actuales, la Facultad de Educación y Ciencias Sociales (FECS) dio inicio a la octava edición de sus Jornadas con el lema: "Sinergias de Innovación Educativa y Ciudadanía Activa”, realizadas del 21 al 23 de mayo.

Este espacio reflexivo, crítico y transformador busca fomentar el diálogo entre la academia, el territorio y las políticas públicas, estrechando la interacción entre el TdeA y la sociedad. Para esta edición, se plantearon temas como propiedad intelectual, innovación y emprendimiento; la inteligencia emocional como factor de eficacia en la labor docente; experiencia en la participación de semilleros; interculturalidad y problemáticas sociales; incertidumbres educativas en el mundo actual; apropiación social del conocimiento como enlace entre la investigación y las comunidades; tensiones entre inclusión, sociedad y tecnología; y narrativas transformadoras en diversidad.

Para materializar esta experiencia, se definieron espacios de sinergia en formatos como charlas, cátedras y conversatorios hasta mesas de trabajo, exposiciones, talleres, espacios culturales, cine foros y festivales; motivando la información, la expresión de diferentes lecturas del mundo, la reflexión, el debate, la participación, la colaboración, la articulación y la lúdica.

En la instalación, por motivos de salud de la decana Ángela Ramírez Betancur, la docente Mayerly Llanos Redondo, coordinadora de la Licenciatura en Educación Infantil, leyó en su nombre las palabras que la directiva preparó para dar apertura a las Jornadas: “Es un encuentro de sentires, saberes, experiencias y compromisos, que nos convoca en el deseo compartido de pensar y construir una sociedad más justa desde el lugar que mejor sabemos habitar, que es la educación”.

Agregando que este espacio invita a la transformación desde el conocimiento, la práctica y las voces diversas, trascendiendo el aula, llegando hasta las comunidades y conversando con las políticas públicas. Además de la generación de estos diálogos, las Jornadas también visibilizan las prácticas, experiencias y apuestas formativas de los programas de la FECS.

La conferencia inaugural “Aprendizajes fundamentales para un país en crisis” estuvo a cargo del abogado y exministro del Interior, Armando Estrada Villa, quien además es especialista en Hermenéutica Literaria, magíster en Ciencias Políticas, doctor en Filosofía y autor de libros que entregan su lectura y análisis de la situación colombiana.

En su intervención, destacó el rol de la educación y la ciudadanía en tiempos complejos. En primera instancia, resaltó las razones por las cuales se habla de una Colombia en crisis: violencia desde el conflicto armado hasta en la vida cotidiana, desempleo, falta de acceso a los servicios de salud, desigualdad y pobreza, narcotráfico, desplazamiento forzado, evasión fiscal, violación de los Derechos Humanos, contaminación y deforestación, prevalencia del interés particular sobre el bien común y la corrupción. Hizo un puente con la educación al señalar que esta no ha llegado a convencer a quienes infringen la ley que otro debe ser el comportamiento.  “Las consecuencias son muy claras, impactan negativamente la calidad de vida de los colombianos y el desarrollo del país”, puntualizó el exministro.

“Las causas educativas tienen que ver con que la educación no imparte, en la forma que debiera hacerlo, el artículo 67 de la Constitución Nacional, porque no de detiene a ver cuáles son los objetivos de la educación”, indicó que es necesario no solo graduar buenos profesionales, sino que se debe buscar formar buenos ciudadanos, responsables y críticos.

“Ante los problemas que hemos mencionado, la educación constituye un instrumento indispensable para enfrentarlos”, sugirió la revisión constante y el trabajo a la luz de este artículo y del 95 que habla de los Deberes y Derechos, sumando la Ley 115 de 1994, Ley General de Educación.

“La educación tiene mucho que hacer, puede contribuir a formar mejores ciudadanos, a un mejor desarrollo del país, a crear una sociedad más integrada de la que tenemos. Pero hay que decir con toda claridad que la educación no es la panacea, no lo cura todo y tampoco sus efectos son inmediatos”, aunque enfatizó que sí puede hacer retroceder problemas sociales de base. Precisamente, consideró que la educación debe tenerlos en cuenta, al igual que la interdisciplinariedad entre las ciencias y las humanidades y no capacitar solo disciplinalmente.

Una segunda pregunta se centró en cómo debe ser la educación para cumplir con la misión: “La Unesco sugiere que debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes básicos: aprender a conocer o a aprender, a hacer, a convivir y a ser. Después, por iniciativa de Federico Mayor Zaragoza se introdujo el quinto: aprender a emprender”, finalizó anotando que todo esto debe estar centrado en el ser humano para afrontar las complejidades del mundo actual.